Grupos Teosóficos de Meditación (G.T.M)


Grupos Teosóficos de Meditación (G.T.M)

Los Grupos Teosóficos de Meditación surgen en 2006, fueron presentados en la Escuela de Invierno de ese año dando comienzo así a una actividad que se caracteriza por ser de servicio meditativo al mundo.
Aunque la idea de dar un servicio al mundo pueda parecer un proyecto pretencioso, los G.T.M se fundamentan en sólo unas pocas líneas escritas en 1923 por la Dra. Annie Besant, quien fuera la persona que compuso ésta plegaria de meditación:

Emite sucesivas ondas de color, vibrando hacia afuera desde la persona que la recita, si se entona o canta rítmicamente, sea por la voz externa o interna y, si varios miles enviaran esto a sucesivas áreas, podríamos crear un efecto muy poderoso en la atmósfera mental.

Quienes se han acercado a la Sociedad Teosófica y han investigado en su abarcante literatura, habrán leído que este vasto universo que habitamos, si bien nos muestra a cada día la existencia de áreas de conocimiento aun insospechadas, existen otras áreas de manifestación más profundas aún, las cuales podemos ubicar dentro de los mundos psíquicos y espirituales.
La actual Presidenta Internacional de la Sociedad Teosófica dijo al respecto estas palabras:

La literatura teosófica, incluidos libros tales como El Poder del Pensamiento de Annie Besant y Formas de Pensamiento de C. W. Leadbeater, ha presentado al público importante información acerca de hechos invisibles.
Si no hemos perdido la confianza en las percepciones que nos condujeron a la Sociedad Teosófica, nos daremos cuenta de que nuestros intercambios en reuniones, clases de estudio y conferencias, e incluso en conversaciones y exploraciones informales en la mesa del comedor o durante una caminata, pueden tener un potente efecto sobre la conciencia humana, la nuestra y la de la humanidad en general.
Estamos constantemente purificando y fortaleciendo nuestras mentes e intelecto -o haciendo lo contrario; cada día de nuestras vidas estamos vertiendo dentro de la atmósfera mental pensamientos que conducen a verdaderos progresos -o no lo estamos haciendo.
Estas formas de trabajo teosófico no deben tomarse como un deber de rutina, ni debe debilitarse su importancia. Son una medida de la responsabilidad que sentimos por el progreso de la humanidad y de nuestra comprensión del trabajo que tenemos en manos.
(Radha Burnier, 125ª. Convención Anual de la Sociedad Teosófica Dic. 2000)

El “mundo” que habitamos es infinitamente más complejo que lo que en nuestra vida diaria podemos observar; la comprensión de la existencia de otras “áreas de manifestación” nos abre una nueva perspectiva de trabajo interno, algo que todo ser humano puede hacer aun desde su propio lugar de residencia. Como nos lo han sugerido aquellos grandes seres espirituales que ha dado la humanidad, todo esfuerzo realizado siempre tiene sus efectos más allá de que podamos o no ver los resultados.
El Sr. Jiddu Krishnamurti también señaló estos campos de manifestación y el impacto que tienen en los campos psíquicos, las acciones del hombre en el mundo físico:

Todas estas guerras, todos los odios raciales, los odios acumulados que el hombre ha estado almacenando, eso debe constituirse en una colección de odio, en un acopio de mal. Los Hitlers, los Mussolinis, los Stalins, los campos de concentración, los Atilas, todo eso debe acumularse, debe tener cuerpo en alguna parte. Así también el sentimiento de “no mates, sé bondadoso, sé amable, sé compasivo”, eso también debe acumularse en alguna parte.
(Krishnamurti – Tradición y Revolución)

Cuando esto se comprende en profundidad, podemos darnos cuenta de la grande y decisiva importancia que tienen las acciones de cada ser humano en la posibilidad de ayudar a Aquellos Grandes Seres que están detrás del desarrollo humano en sus distintas áreas de expresión.
Los G.T.M. se formaron para que cada persona que se acerque a la Sociedad Teosófica pueda convertirse en un sólido pilar en el servicio meditativo. Esa forma de servicio que ayudará a transformar con cada reunión, el presente y futuro de nuestro mundo, haciendo posibles las palabras de H.P. Blavatsky: Trabaja, no para la Sociedad Teosófica, sino desde la Sociedad Teosófica para la humanidad.